sábado, agosto 30, 2008

On the top of my game

¡ESTA ES MI MEJOR ÉPOCA! Yo no me cambio por mí misma hace diez años ni loca.

Últimamente he estado gozando de una popularidad que ni yo misma me lo creo. Estoy lo que se dice pegada, pegaísima en todos los entornos sociales, tanto entre hombres como entre mujeres. Esto incluye hasta las divas más despampanantes ¡nada que ver conmigo!

El que me conoce y sabe cómo era yo (hija única, pocos amigos y todos varones), sabe lo inverosímil que es esto.

Pero la pura verdad es que quien yo soy hoy es un arduo trabajo y la labor combinada de genética, educación casera, personalidad y muuuuuuuuuuuchos estrallones. Que a nadie le quepa duda que por más desordenada que pudiera parecer una parte cualquiera de mi vida, de todas he aprendido y he puesto en práctica las enseñanzas.

Pues resulta que este es el resumen de algunas de las características de mi nueva yo:

1. Devuelvo llamadas.

2. Le doy seguimiento a mis amig@s. Tengo algunos que los veo semanal (Hugo y Alejandro juntos, Lucy, Nilson). Hay otros, como Gleider que veo quincenal y una gran cantidad que por lo menos veo una vez mensual. Por supuesto, todos estos amigos son solteros; sino serían ellos los que me sacarían los pies a mí. (¡Gracias por recordármelo! tengo que llamar a Avileny y Ana...)

3. Le doy prioridad a mis amig@s por encima de cualquier relación amorosa. Esto sirve para mantenerme centrada. Hay que tener tanto raíces como alas.

4. Cuando tengo un compromiso llamo para confirmar o llamo para cancelar, y llamo también para avisar si estoy tarde.

5. En las situaciones sociales digo claramente lo que no me gusta; pero no después de llegar a un punto de desesperación o con pique, sino desde el principio: cero palabras hirientes, cero insultos personales, pero con honestidad brutal.

6. Realmente escucho a las personas. Eso se aprende. Los demás se dan cuenta que los estoy tomando en serio por las respuestas mías. No valen allantes, la hipocresía y el 'solo estoy esperando que te calles para hablar yo' se detectan inmediatamente. Cuando no quiero escuchar más, se lo digo, esto denota respeto.

7. Siempre estoy disponible para ayudar. Defiendo siempre la justicia, aunque no me incumba.

8. Uso siempre por favor y gracias.

Claro, que esta accesibilidad aumentada, junto con el círculo de amigos en aumento constante me han llevado a tomar con cierta frecuencia otra medida: Apagar el celular, el timbre del teléfono de la casa, no abrir puertas y enclaustrarme cada vez que necesito con urgencia descansar o trabajar.

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¿y cómo lo ve usted que tiene lentes, doctor?