viernes, febrero 06, 2009

No creo en el Che

"el que no lucha por SU familia es alguien que, NO IMPORTA POR QUÉ OTRA COSA LUCHE, no merece tener el lugar que Dios le ha dado en esta tierra." Carlos Cuauhtémoc Sánchez. Un grito desesperado

Ni tampoco en Caamaño.

Por supuesto que no me refiero al aspecto político. No cuestiono su larga lucha, ideales y honor (Aunque aquí hay un artículo muy bueno que enfoca el aspecto político). Pero cuando leía sobre ellos y contaban todo lo que pasaban estos hombres, el tiempo que se pasaba todo el mundo pensando que estaban muertos, los viajes, los exilios, la vida en la sierra siempre me mortificaba leer al mismo tiempo que esta gente tenía familia ¡así como tú lo oyes! qué barbaros.

Sencillamente me parece una terrible irresponsabilidad que esta gente deje 5 y 6 niños regados por ahí y las esposas jamás en la vida vuelvan a saber de éllos ¡qué chistazo! Casarse una, dos o tres veces, tener una docena de muchachos, salir a coger tiros para una loma y dejar a una pobre mujer en los plenos años 50 y 60 sin una profesión y con los niños para mantenerlos... claro está, sin contar la mortificación de no saber dónde anda el marido o si ya lo mataron, o si vienen luego a buscarme a mí. Buenos abusadores!!!

QUÉ COJONES!!! Yo creo en Juan Pablo Duarte, que hizo lo que yo considero íntegro: como a él desde muchachito le picaba una vaina por adentro, le quemaba y no lo dejaba vivir ni dormir ver que su país estaba dominado por Haití, fue primero y se fajó a estudiar a New York, Londres, París y no se cuántos más y volvió a hacer lo que tuviera que hacer.... todo esto a los 24 años y todavía estando soltero. Y que después, cuando ya terminó todo y en un país bien lejos del suyo (por si acaso) entonces se casó, tuvo hijos, nietos y se murió de viejo.
Y pongo por ejemplo a mi querido amigo Gleider (porque no solo en la grandeza hay que ser responsable): él es un abogado exitoso, medio jevito, medio bohemio... le gusta la buena vida, comer fuera, beber whisky, salir a la calle diario hasta las quince, llevar a sus mujeres a donde ellas quieran ir y brindarles de todo... pero no se toma el primer trago del mes hasta que está completo el dinero de sus hijas. Así es que se hace!

Yo creo que si tú tienes una vocación que significa para tí todo, pasión, sacrificio, vida y muerte, no debes salir por ahí de pipí alegre a casarte y tener muchachos. Es lo que hacen los sacerdotes, cuando Dios te llama hay que dejar todo y seguirlo. Pero el que forma una familia, su primera responsabilidad es con esa familia.... y punto.

Si a usted le quema por dentro el deseo de ver a su pueblo libre (o vacunar a todos los niños de África o erradicar el SIDA) ¡pues sacrifíquese, coño! No ponga a otra gente a malpasar.

Ayer estaba leyendo yo el libro Nosotras que nos queremos tanto, de Marcela Serrano y me sentí súper identificada cuando leí esta conversación entre dos líderes de la izquierda en Chile, antes de Salvador Allende:

"- ¿no tuviste hijos?
- No. Ella quería y yo no. Ése fue un problema más. Considero una irresponsabilidad traer hijos al mundo si uno ha elegido esta vida. No podemos tener ataduras, no debemos tenerlas. Si uno está dispuesto a todo por la revolución, si el día de mañana hay que tomar las armas y partir, si debemos enfrentar una guerra civil o iniciar una guerrilla, ¿cuál es el espacio de los hijos? No me mires así, al menos soy honesto. Otros los tienen y luego se desentienden de ellos."

Esta es una verdad del tamaño de un elefante. Ya sabía yo que esto no eran locuras mías ¡qué sorpresa encontrarme en un libro con lo que yo llevaba años pensando! Cada vez que yo leía historias sobre el Che y Caamaño nunca dejaba de sorprenderme terrible desconsideración de esta gente y a mis ojos perdían méritos sus hazañas. Quizás mi punto de vista nunca va a ser imparcial, porque yo soy madre y un padre que no le está pasando una mensualidad a sus hijos nunca va a tener mi respeto completo.

1 comentario:

  1. 100% de acuerdo!

    En el Discovey Channel (gringo) pasaron unos capítulos narrando la vida del Capitán James Cook; hablaban de las vainas típicas: de como paso ser de un "hijo de machepa" a ser parte de la nobleza y luego héroe nacional; de como revolucionó la cartografía, de como descubrió Australia y zonas aledañas; de como... etc, etc, etc.

    Lo interesante del programa era que también narraba la historia desde un punto de vista muy importante: la vida de la mujer y los hijos de Cook. De "casados" duraron +30 años, pero durante ese tiempo sólo pasaron juntos el equivalente a meses. Básicamente, Cook se la pasada navegando y sólo veia a su mujer cada 3 o 4 años, donde se pasaban juntos unos meses (tiempo suficiente para preñarla) en lo que Cook preparaba la próxima expedición.

    La serie es narrada por una mujer y hace un excelente trabajo al desbordar luz sobre la vida de las familias de "heroes sacrificados".

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¿y cómo lo ve usted que tiene lentes, doctor?