"Cruzando la Avenida San Juan, de regreso, presencié un atraco: veo que en la fila de carros detenidos por el semáforo un hombre grasoso, un cerdo, está atracando con un revólver un jeep que maneja un muchacho: uno de esos muchachitos linditos, riquitos, hijos de papá que me fascinan. El muchacho sacó las llaves, saltó del jeep, echó a correr y de lejos le gritó al hombre: '¡te quedé conociendo, hijueputa!" El hombre, enfurecido, sin poderse llevar el jeep porque no tenía las llaves, con el atraco frustrado, burlado, hijueputiado, se dio a perseguir al muchacho disparándole. Uno de los tiros lo alcanzó. Cuando cayó el muchacho el hombre se le fue encima y lo remató a balazos. Por entre el carrerío detenido y el caos de bocinas y de gritos que siguió se perdió el asesino. El "presunto" asesino, como diría la prensa hablada y escrita, muy respetuosa ella de los derechos humanos. Con eso de que aquí, en este país de leyes y constituciones, democrático, no es culpable nadie hasta que no lo condenen, y no lo condenan si no lo juzgan, y no lo juzgan si no lo agarran, y si lo agarran lo sueltan... La ley en Colombia es la impunidad..." César Vallejo. La virgen de los sicarios
Anoche estaba en el bar afterhours al que me gusta ir y había uno de estos borrachos impertinentes, de los que se ponen insoportables y todavía se atreven a seguir bebiendo. Cuando terminó de molestar a mi amigo Gleider procedió a meterse detrás de la barra y tratar incesantemente de manosear a la dueña del bar, Orisell. Le agarró las tetas, le agarró el culo, trató de chulearla, se quitó la camisa, se puso a bailar con ella en la mano (haciendo de lazo de esos de los vaqueros) y amenazó como 12 veces con irse pero ¡qué va! nada de cumplir.
Como veo este individuo tratando así a Orisell le pregunto qué opina y hace muecas de asco, entonces le pregunto por qué ella aguanta impertinencias y me responde con esta perla: "ese es mi hermano, a ese lo conozco yo hace muchísimos años, él es la persona más fina y decente del mundo, yo he comido y dormido en su casa, a ese lo llamo yo de madrugada si necesito algo y se levanta y sale a donde yo esté a ayudarme"..... o sea.
Básicamente, el tipo es finísimo, porque aparentemente si tú conoces a una persona hace años, además es un gran amigo y honestamente contigo ha sido confiable... eso lo vuelve automáticamente decente.
A todo el que me ha tratado mal, el que me ha robado, los patanes con que he salido a la calle los conoce alguien. Y de hecho, a todos los violadores, asesinos y narcotraficantes también, como la teoría de los 6 grados de separación.
Y esta parece ser también la actitud común con respecto a la conducta sexual ¡cuántas veces no he oído yo que una persona usa condón "hasta que l@ conozca bien"! pero resulta que yo tengo una anécdota al respecto: Uno de los tres mejores amigos que he tenido en mi vida hasta ahora era seropositivo. Cuando yo lo conocí nos hicimos grandes amigos, a través de los años había períodos en que estábamos más lejos y otros más cerca, pero nunca totalmente desconectados. En los mejores momentos hablábamos por teléfono todas las noches por 3 a 5 horas. Este tipo literalmente se sacaba la comida de la boca para dársela a otro. Me acuerdo que una vez le prestó el carro a mi marido para que me llevara al trabajo cuando yo estaba embarazada, a pesar de que él lo necesitaba para ir a su trabajo. Recuerdo también que cuando ya estaba en las últimas y necesitaba tomar jugos porque no digería nada le prestó la licuadora a Adrian para que la empeñara, porque él lo llamó y le dijo que no tenía un chele encima. O sea que estoy hablando de una persona extremadamente noble.
Pero luego de 9 años en el año 2001 adivina lo que sucedió.... Carlitos se murió. Parece increíble pero cierto, lo que nadie se podría imaginar, oye eso, ¡SER AMIGO MÍO NO LO SANÓ! qué sorpresa darme cuenta que yo no soy Dios. Yo doy constancia de que lo conocía y muy bien, de que era uno de mis mejores amigos, pero parece que conocer a alguien no convierte automáticamente a las personas en decentes y no significa que no puedan tener enfermedades venéreas ¡quién lo iba a pensar!
O sea, "ese es mi hermano, a ese lo conozco yo hace muchísimos años, yo he comido y dormido en su casa, a ese lo llamo yo de madrugada si necesito algo y se levanta y sale a donde yo esté a ayudarme"..... ¿y qué tú me quieres decir con eso? ¿tú eres Dios acaso? yo, por lo visto no lo soy, y voy deduciendo que tú tampoco.
Por supuesto, será un amigo espectacular y seguro hasta una gran persona, pero amigos finos, esos los tengo yo. Y no se demuestran porque yo los conozca o porque los trate hace más de 15 años, o porque mi sagrada palabra va a provocar una transformación mágica de sapo en príncipe, se demuestran en que no van a los bares a agarrar tetas y culos y decirle sandeces a los parroquianos.
A la comadre mía la he tenido que rescatar yo par de veces borracha como una perra, tanto así que una vez la pasé a buscar a la fiesta de su oficina y cuando llegué y pregunté por ella los camareros me dijeron ¿dónde se la pongo? pero ella es una mujer decente, que no se encuera en la calle.
Una persona es decente porque se comporta con decencia, no porque te conozca a tí.
Una persona es fina porque tenga finura no porque sea tu amigo.
Una persona está sana porque los exámenes dieron negativo, no porque sea de tu confianza.
Una persona es buena porque su conducta es buena, no porque se murió.
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¿y cómo lo ve usted que tiene lentes, doctor?