sábado, noviembre 15, 2008

No creo en el forever

"Whoever said everything has to be forever, that's setting your hopes too high. It's too much pressure. And I think if you put that pressure on yourself -- because I did! Fairy tale! It has to be the right one! -- that's unattainable." Jennifer Aniston

Hace un par de días me encontré en Segafredo un amigo de la universidad. Cuando estábamos poniéndonos al día con nuestras vidas le digo:
- "aquí, felizmente divorciada"
- "¿y cuánto duraste?"
- "10 años"
- "coño, ¿y quieres más?"

Por supuesto, qué más se puede pedir que un matrimonio exitoso de 10 años. Decía él que los matrimonios deberían venir como los certificados financieros, con un contrato renovable a 2, 6, 9 o 12. Yo opino que todas las relaciones tienen una fecha de fabricación y una fecha de expiración, lamentablemente cuando nos metemos en el lío generalmente no sabemos cuál va a ser esa fecha (quizás por no saber la calidad del material), pero de que la tienen, la tienen.

El matrimonio se lo inventó la sociedad para proteger a la mujer y las crías, atribuyéndoles la paternidad de manera segunda y asegurando así que el macho se iba a ocupar de proveer, mientras la madre criaba. Pero antropológicamente los procesos químicos, hormonales y biológicos que acompañan el amor desaparecen en un máximo de 4 años, a menos que llegue un hijo, en cuyo caso se renuevan por aproximadamente 4 años más.... así hasta el último hijo. De aquí en adelante queda a la responsabilidad de cada cual decidir qué hacer con su vida.

Claro, que cuando el promedio de vida era 40 años, en los tiempos de los cuentos de hadas, caballeros y damiselas, cuando terminábamos todo el ciclo, ya estábamos muertos. O sea, que dejarle la responsabilidad de la separación a la muerte era lo más lógico del mundo.

Pero resulta que ahora somos seres humanos más completos, más realizados y más felices. Además tenemos más recursos y vivimos más años. Y el forever porque sí, porque lo decía en los cuentos que yo leía cuando chiquita, se convierte en una esclavitud paulatina.

Eduardo decía que nunca se ha sabido de una persona vieja y sola que sea feliz. Pero no estoy hablando de quedarse solo necesariamente. Sino que el que elegiste para acompañarte a los 20 años no necesariamente va a ser la compañía ideal a los 60. Mis necesidades a los 20 no son las mismas de los 40 o de los 60, y si mi pareja no lleva un proceso paralelo al mío tarde o temprano dejaremos de ser compatibles. Hay que identificar los síntomas y sacar. Me parece excelente que la gente tenga 4 o 5 matrimonios exitosos y felices a lo largo de su vida. Me parece fantástico el concepto del divorcio, soy la fan #1.

Apoyo el divorcio en todos los casos y en todas las circunstancias. Y esto se debe a que cuando una persona expresa el deseo de divorciarse ya es generalmente demasiado tarde. En la mayoría de los casos convertimos a la pareja en nuestro rival, la casa en un campo de batalla, y los hijos en víctimas inocentes. Y entonces, con la desesperación, expresamos el deseo de una separación física porque no soportamos la guerra de titanes.

Cuántas personas, a última hora se dan cuenta que estuvieron en una relación muerta e insatisfactoria que vivió horas extra únicamente porque fue sostenida unilateralmente, sin cooperación de la otra parte, solo por ellos! Cuando esto te pasa a tí te sientes estafado, pisoteado, victimizado, burlado y engañado.

Es equivalente a decir: yo dejé mi vida, mis fuerzas, mis energías, mi líbido y mi belleza en una relación mientras este hijo de su maldita madre hacía lo que le daba su maldita gana. La solución para los cínicos y los vagos, siempre es el divorcio antes de que comiencen a salir los trapos sucios y vilezas de ambas partes.

Yo, por mi parte, estoy dispuesta a dejar hasta el último aliento luchando por salvar una relación que sí valga la pena. En los matrimonios por los que vale la pena luchar hay dos protagonistas que tienen una profunda identificación entre ellos y además, han asumido que son un equipo y las cosas que se les presentan son el enemigo común, por lo tanto, luchan juntos contra el problema, no el uno contra el otro.

Tengo amigos adultos, bien centrados, profesionales y con criterio que se lamentan de que sus padres se hayan quedado casados, en vez de divorciarse a tiempo, y quedarse juntos para crear para ellos y sus hijos una vida de desesperación y hastío y además, darles un pésimo ejemplo.

Lo duro es cuando los muchachos se van de la casa y dos personas que están entrando en la tercera edad descubren que hace años que no tienen nada en común. Pero han perdido el acondicionamiento de salir, conocer gente, conversar, levantarse a alguien, mantenerse en forma, bonitos, peinados, bien cambiaditos. Descubrir que siempre fueron mitades de algo, nunca aprendieron a ser individuos. Tener que empezar de nuevo cuando no te quedan las energías, las ganas o el físico para hacerlo.
Para siempre es demasiado tiempo.

1 comentario:

  1. Wow!!! Es increible la afinidad que siento al leer este post...Soy de las personas que piensa que es mejor cortar por lo sano que terminar de daniar la parte que todavia sirve de una relacion. Tengo a una persona que aunque esta lejos de mi admiro por su forma de pensar... El dice que para dejarse no es necesario enganiarse o pegarse cuernos simple y llanamente como nos sentamos a hablar el dia que decidimos compartir nuestras vidas sentemonos para decidir como adultos el separarnos y ser felices cada cual por su camino!Suena cruel pero es lo mas saludable para cualquier relacion madura, para que postergar una separacion si ya no queda nada!!! NOS HAN JODIDO TODO EL TIEMPO CON EL 4EVER AFTER y eso solo pasa en los cuentos de hadas... Welcome to the real world!

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¿y cómo lo ve usted que tiene lentes, doctor?