jueves, septiembre 11, 2008

¡En crisis! (Eduardo. Capítulo 2)

"¿Para qué decirte que me gusta el color gris, si no tendrás el tiempo para dedicarme un día de lluvia?"

Estoy en un estrés extremo.... Parece que ya llegaron las situaciones para las que yo no estaba preparada.

Cuando Eduardo dejó la ciudad, quizás me indignó un poquito que no le avisó a nadie, pero en última instancia le proporcionó la excusa perfecta para no estar en contacto. La realidad es que estaba aislado de la ciudad, de mi vida, del contacto con sus amigos y hermanos (a los que yo heredé)... o sea, que aunque yo he mantenido la regla del no contacto, ¡no es que fuera un reto tan difícil!!

Pero volvió, la obra en que él estaba trabajando se paró. Ahora me cruzo constantemente con su camioneta en la zona de mi casa (su esposa trabaja por aquí), me entero que estuvo en los mismos sitios que yo con 1 día de diferencia, se junta a beber y sale con los amigos en común que tenemos... y ha estado preguntando sobre mí!!!

No estoy preparada para esto. El que era su mejor amigo, pero lo cambió por mí, me acaba de llamar para informarme que si yo no tengo planes para las 4 de la tarde de HOY, ellos 2 se van a juntar.... y no sé ni qué pensar! No sé qué hacer, no sé cómo reaccionar, no estoy segura cómo me siento... y si ellos intentaran algún contacto conmigo ¡no sabría cómo responder!

Yo sé que si no es soltero, no le hablo... pero la chercha es algo muy diferente, el bonche, el grupo, la bebedera ¡que honestamente me corresponden más a mí en derecho que a él!... ya eso es algo difícil de resistir. Para colmo de colmos, hoy cumple años la novia del hermano.

Estoy desesperadamente necesitando refuerzos... hoy ha sido el día que más amigos me han llamado para salir... ojalá yo encuentre otra alternativa mejor y me olvide de todo (bajo los efectos de 1 litro de romo) hasta mañana....

Upgrade: Efectivamente, a las 4 de la tarde en punto apareció aquí mi amigo heredado, Hugo, rogándome que fuera con ellos, que cuando ellos 2 se juntan solos siempre hacen muchísimo desorden, que yo pongo el equilibrio. El sacrificio más grande que yo he hecho este año fue decirle que no, que se fueran ellos, que les vaya bien ¡imagínate, si su propio amigo le tiene miedo a la perniciosa influencia que él ejerce... ¿qué me quedará a mí, que soy débil con él?

Haciendo de tripas corazón, dije que no. Luego comencé a llamar refuerzos... y funcionó! Salí a cenar, a beber, a una exposición de arte y a un concierto de jazz. Cuando vine a acordarme de la situación aquella, ya esos dos estaban en su camita durmiendo.

Al día siguiente me enteré que el susodicho Eduardo mencionó mi nombre y su esposa le entró a chancletazos y fue por eso que se rompió la taza.... ¡oh, oooooh! ¿qué significará eso?

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¿y cómo lo ve usted que tiene lentes, doctor?