jueves, enero 15, 2009

Soy yo o son ellos?

En estos días nos juntamos Lily y yo con un amigo y yo estaba contando sobre mis acosadores, ya que en las 2 horas que duramos juntos tuve que rebotar como 4 llamadas. Yo les decía que tengo problemas con gente que uno usa una vez y se les coge con llamar a uno incesantemente... o peor, gente que uno ni siquiera usó y como quiera. Y hasta hace par de meses en este grupo solo había hombres... ¡pero bueno, qué se va a hacer!

Pues el caso es que el tipo me preguntaba qué es lo que yo les hago. Buena pregunta. Pero pensando un poco en la respuesta (y además, asumiendo que el problema lo tienen ellos) le contesté que hasta donde yo sepa no hago nada especial, ni soy tan buena en la cama (excepto para los hombres que están enamorados de mí) y que además no estoy tan buena que digamos.

O sea que la única respuesta posible sería que yo siempre busco hombres a quienes yo les guste. Así de fácil. Es posible que yo algunas veces me meto en líos con hombres que no me gustan lo suficiente (y de esto culpo al alcohol), pero lo que sí hago es asegurarme de yo gustarles a ellos (o ellas). Sencillamente prefiero andar con hombres a quienes les gusten las mujeres como yo, indias, flacas, pelo bueno (preferiblemente corto porque me acabo de pelar) y sin tetas.

Y además, que me soporten, que aguanten mi carácter, mi cinismo, mi sentido del humor, que se acostumbren a vivir al borde. La mayoría de mis amigos viven aterrorizados de que yo meta la pata de alguna manera y luego se sorprenden de que todo resulta bien (es que se les olvida que yo lo tengo todo fríamente calculado). Cargar con alguien a quien uno no le guste es coger demasiada lucha.

Un ejemplo de esto: recuerdo que el otro día estaba en la inauguración de una exposición colectiva de arte en una galería nueva. El amiguito del hijo de uno de los dueños, arquitecto igual que yo, estaba loco conmigo. Literalmente diciendo alante de todo el mundo, incluyendo su novia cosas como esta: "tú eres lo que yo siempre he soñado", "tú me fascinas", "eres la mujer perfecta" y al amigo le dijo "si tú no le pides el teléfono no te vuelvo a hablar, que yo no puedo hacerlo porque mi novia está aquí"... Lo más cómico es que a cada uno de estos comentarios la novia le mandaba un trompón atrás pero aún así este tipo no se podía controlar la boca, piropeándome todo el tiempo, preguntándome vainas de sexo y riéndome todos los chistes. Por supuesto, a este lo considero yo mi fan #1 y es candidato a yo resbalarme con él ¡y lo mejor del caso es que yo ni siquiera me he planteado la pregunta de si él me gusta a mí!.... La verdad, no me importa demasiado. Y esto implica también que es un candidato a ser usado una vez y desechado como una toalla sanitaria... not so cool.

Pero como siempre pasa, me quedé con la intriga sobre este tema y analizando los demás ejemplos. Entonces empecé a unir los puntos. En los días del fin de año tuve la grata sorpresa de poder ver a dos de mis favoritos que viven fuera del país. Uno de ellos es de mi promoción, me gusta desde los 13 años pero en este año fue que empecé a acostarme con él (¡qué idiota yo! ¿verdad?). La noche que salimos (cerca del 2 de enero) andábamos 4 y nos llamó un 5to, que también me gusta mucho y lo invitamos a que se juntara con nosotros. La noche terminó con la otra pareja (Lily y Gleider) yéndose por su lado y yo andaba como un sultán con su harén en el bar after hours que me gusta ir, agarrada de la mano con uno en cada lado. Mi otro amigo, Gleider, me pregunta: ¿tú estás segura que tú no tienes un binbín? (no, no tengo).

Entonces está el otro episodio, el de Leo, el chico de España. Yo había prometido dejarlo la última vez que hablé con Eduardo, pero esta promesa se cayó por razones obvias y cuando Leo volvió yo lo volví a ver muy feliz de la vida. Fue una noche interesante, fue la noche del 31. Fuimos a un par de bares, mi amiga Lily se desapareció con un fulano que conoció esa noche y me dejó el carro (¡qué compromiso, y yo borracha!). Pues yo me metí en contravía, me paró un AMET y acabamos discutiendo entre todos. Y fíjate algo, cuando estábamos peleando pude comparar a Leo con un artista amigo que también andaba, mientras el artista estaba peleando me hablaba mal, como si me estuviera regañando. Leo, aún con pique, me trataba con dulzura y con respeto... definitivamente tengo que buscarme un hombre del primer mundo. Y para rematar, cuando terminamos la discusión y le pregunté si estaba enojado me dijo que no, imposible, que ahora le gusto más y me admira más porque tengo dos tremendos cojones. ¡Qué emoción!

Pues cuando amaneció nos separamos y nos volvimos a juntar a mediodía del día 1ro en su hotel. Pasamos como 4 horas y tan pronto me desperté yo estaba desesperada por irme, a pesar de no tener ningún compromiso. Él me decía "quédate conmigo, hazme el amor" y yo lo intenté, honestamente, pero en 20 minutos que intenté quedarme en la cama al lado de él controlé como 6 ataques de nervios. Estar al lado de él me estaba enfermando con ansiedad, palpitaciones, calor y de todo. Tenía ganas de gritar, de jartarme de pastillas y una desesperación incontrolable.

Cuando se lo conté a mi compadre me dijo que yo gradualmente me estoy convirtiendo en un hombre y parece tener la razón. La verdad es que he vuelto alérgica a todo lo que signifique cercanía e intimidad. Tuve que separarme de la persona con quien yo más cómoda me siento cuando todavía le quedaban varias horas en el país por mi inhabilidad de estarme tranquila en un solo sitio.

Y ésta es la otra posible vertiente del tema de mis acosadores. Quizás no son ellos, quizás sea yo. Quizás es que yo me estoy sistemáticamente desasociándome de los sentimientos ajenos y propios (no que yo esté admitiendo tener sentimientos). Quizás es que yo quedé con tanto pánico de mi matrimonio que ando con miedo siempre. Quién sabe. Hasta el momento, seguir viviendo así me parece preferible. Sin discusión.

4 comentarios:

  1. Hola Kiara, tengo tiempo leyendo tu blog y me pareces una muy buena escritora... sigue escribiendo, y no le pares a la gente idiota que quiere callarte, la verdad me encanta tu blog... no soy de tus fastidiosas, pero me casi considero una fan.

    abrazos.

    ResponderEliminar
  2. Kiara,

    A ver, ahora que te abruma la intimidad con cualquier tipo que es lo que te motiva a irte a la cama con un fulano X? la intensidad del acoso a que te someta? Su belleza fisica? su personalidad? o su condicion de buen amante?

    Epy

    ResponderEliminar
  3. Gran pregunta... pensaré en el tema y te dejaré saber. Un beso.

    ResponderEliminar
  4. Hasta cierto punto comprendo porque rehuyes de toda cercania e intimidad, pues en cierto modo a mi me pasa algo similar. La cercania y la intimidad te hace vulnerable y dependiente y quien sabe eso se aprovecha de tales cosas y ABUSA. Cuando tropezamos y sufrimos no queremos repetir ese cuadro paraplegico y nos volvemos reaceas, indolentes, frivolas, y sin sentimientos, en resumen NOS VOLVEMOS HOMBRES LOL...Creo que no se ha inventado una manera mas eficaz de protegerse que imitando a tu peor enemigo porque filo con filo no se cortan!!!

    ResponderEliminar

¿y cómo lo ve usted que tiene lentes, doctor?