viernes, enero 02, 2009

El amor no debe doler

"¡Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida.)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
(La princesa está pálida. La princesa está triste.)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!"

Rubén Darío. Sonatina

El día de Navidad estaba yo contando cuentos con una amiga mía, Lily, y ella me estaba comentando que el último enamorado de ella tenía problemas de mamitis y no se decidía a tener una relación en serio, a pesar de tener ya 41 años y haber sido soltero siempre. Parece ser que la brillante idea de Lily fue darle hasta mediados de marzo para decidirse a comprometerse "o sea" le dije yo "que tú le pediste amores". Ella admitió que ese es un punto de vista que ella no había contemplado y decidió terminar la relación porque no tiene futuro y porque, honestamente, ni cuando te piden amores a los 12 años te dan 3 meses para "pensarlo". Y claro, ella me hizo ver también que hace 15 días, cuando tuve la conversación con Eduardo en que le decía que no me llamara ni me contactara absolutamente para nada a menos que estuviera dispuesto a hacerlo diario y tomarme en serio, hice exactamente lo mismo. Todavía estamos riéndonos Lily y yo cuando nos acordamos de eso.

Pero resulta que no debería ser necesario para esta chica, que por cierto es una reina, alta, blanca, rubia, fina y educada (y sí, también fue reina de belleza) presionar a nadie para que le haga caso. Pero cuando lidiamos con una persona que tiene inaccesibilidad emocional ¿por qué darle a él un ultimátum y el poder de decisión? ¿por qué no decidir que yo no puedo estar en esto y me salgo de aquí?

En el empeño de nuestras sociedades occidentales de encontrar "the one", nuestra alma gemela, el amor de nuestras vidas, nuestro príncipe azul, el caballero de la armadura brillante nos obsesionamos con cualquiera que se nos acerca y aparenta tener posibilidades preguntándonos si este será. Yo estaba leyendo en estos días que si una persona está para tí una de las características es que no vamos a tener ningún tipo de duda de que el otro siente igual. El hombre/la mujer de tu vida te va a hacer saber fuera de toda duda tanto con palabras como con acciones que eres correspondid@. Si esta persona te va a acompañar por una buena parte del recorrido de tu vida no vas a estar sumid@ en el desasosiego o la inseguridad. Te va a llamar, va a cumplir las citas o llamará para excusarse, te va a dar prioridad, va a querer estar contigo en los tiempos libres, va a mostrar interés y probablemente no haya que atacarlo para pedirte más compromiso o una relación más cercana.

Corolario: si estar con alguien te está generando más desesperanza que esperanza y dudas todo el tiempo, déjal@. Todos hemos estado en relaciones que nos pasamos todo el tiempo lejos preguntándonos ¿estará pensando en mí?, ¿me querrá?, ¿me estará poniendo de relajo?, ¿para dónde va esta relación?.... No ombe, no, así no se puede vivir.

Cuando yo era joven la telenovela Leonela decía esta soberana estupidez en la canción: "quien te hace llorar es quien te ama" ¡MIERDA PA' ELLOS! ¡Cuántas mujeres crecimos creyéndonos esta versión de que el martirio era una buena inversión para el futuro!

Decía Lucy que lo que pasa es que si no debemos nunca bajarnos del trono, si nos bajamos nos jodimos y jamás nos podemos volver a subir a él... y mi mamá le dijo a Lily anteayer que nunca se puede perder la dignidad... entendido y anotado, jefe, lección aprendida. Es como el poema aquél de Rubén Darío, "Era un aire suave..." del libro Prosas Profanas:

"La marquesa Eulalia risas y desvíos
daba a un tiempo mismo para dos rivales:
el vizconde rubio de los desafíos
y el abate joven de los madrigales."

O sea, que la princesa tiene por un lado un jevito que la lleva a Sophia's y Cane y por el otro un artista bohemio de la zona colonial... pero a ambos los mantiene en vilo, "ríe, ríe, ríe" y sin decirle que sí ni que no a ninguno de sus adoradores.

Como ejemplo pongo mi relación con mi esposo, a quien yo considero el amor de mi vida. Nunca, en ningún momento, ni en los peores tiempos, ni en medio de nuestras peleas, ni en la percepción de los demás, tenía la más mínima duda de su amor y devoción absolutos. Desde febrero no le hablo, pero hace unos días me llamó y no me quedó más remedio que contestar porque los niños estaban allá, uno de ellos con fiebre y mi contacto con él (el compadre) fuera del país. Inmediatamente se pone a pelear, que si el niño tiene fiebre, que si el otro está flaco (pero come como una bestia), que si tienen las orejas sucias, que no se han cepillado los dientes después que llegaron allá (no me digas, genio... y de quién es esa responsabilidad?). En fin, que le tranqué el teléfono sin responder porque he cogido la saludable costumbre de no hablar sin pensar, sobre todo cuando tengo pique. Después de pensar un poco le mandé un mensaje "Arréglale las orejas tú, que yo estoy trabajando por dos", esto en referencia a que no ha dado un centavo después que se fue de la casa. Me contestó lo siguiente: "y te lo agradezco mucho. Te amo".... como dice mi amigo Gleider, me jodió!!!!!!!!!!!! Inmediatamente se me quitó el pique. Supongo que soy débil en este departamento.

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¿y cómo lo ve usted que tiene lentes, doctor?