domingo, mayo 09, 2010

Ramón

"Miré hacia atrás y contemplé un mar de rostros, más lejanos cuanto mayor era la distancia sentimental y de edad respecto al cadáver. Sentí un escalofrío al comprobar que era quizá la primera vez que ocupaba un puesto tan adelantado en un funeral, y me di cuenta que esta acto es, en efecto, uno de los termómetros de la vida. En las primeras ceremonias fúnebres a las que uno asiste se sitúa en el último banco, y sale incluso a fumar un cigarrillo si la cosa se alarga. Pero a medida que los años transcurren vamos avanzando banco a banco en dirección al muerto hasta ocupar su sitio."
Juan José Millás. Cuentos de adúlteros desorientados


Ayer era 8 de mayo y el feibú me avisó que mi amigo Ramón cumplía años. Entré a su página para ver las felicitaciones y la que más me gustó fue una en que le decían: "Ramon deja tu bulla y habla bajito!!!!!".... típico.

No he sabido de Ramón desde el 9 de diciembre, cuando me contó tempranito que Luis Dias se había muerto el día anterior. Yo le contesté lo mismo que a todo el mundo, y lo mismo que pienso, que este tipo estaba ya viviendo horas extra, que por las condiciones que lo vi las últimas veces en la calle se notaba que sobraba y que no le quedaba mucho tiempo y que qué bueno que la sociedad ya salió de esta lacra jarto de drogas y haciendo show en la calle (aclarando, conmigo él se llevaba muuuuy bien, esta es solo  mi opinión, no un reflejo de mi relación con él). Parece que el comentario no le gustó, porque no me dijo más nada.

Sí me comentó que iba para la funeraria en la tarde y que había estado la noche anterior, puesto que había muchas actividades artísticas y a él, como administrador del blog rockdominicano.com, le correspondía informar (y saber). Y por administrador del blog quiero decir desempleado. Otro de mis amigos que no trabaja ni que le paguen dinero.

Como a medianoche recibí una llamada (las llamadas a deshora nunca son buenos presagios), que Ramón, cuando se estaba bañando cerca del atardecer tuvo uno de sus ataques de epilepsia y se cayó en el baño. En las primeras horas de la noche lo encontró un tío muertecito y nadando en sangre.

Terminamos velándolos uno al lado del otro.

Ramón es el primer amigo que puedo recordar. Mi único hermano. Siempre bromeábamos que mi mamá lo conocía a él desde que él era un apretón de manos. Ella empezó a trabajar con su papá en la Manicera desde que ambos eran solteros y fue testigo de primera fila de toda la historia de esa familia hasta que empezaron a llegar los nietos de uno y otra. Luego vino el divorcio.

Evidentemente estuvimos juntos en el colegio. Me refiero al mejor amigo desde preescolar hasta que se fue (lo fueron) del colegio (por jodón), el incondicional, el que se da cuenta que estás mal aún cuando nadie más lo nota ("I wanna know what you're thinking there are some things you can't hide. I wanna know what you're feeling tell me what's on your mind"). Todos hemos tenido uno de ésos. Ahí está en la foto haciendo morisquetas después de un concierto de Jamiroquai. Pude haber puesto una foto seria, pero ese no era él.

Ramón, gracias a Dios, no tenía hijos, ni esposa, ni novia. Sí me consta que ya le estaba picando el gusanito, porque un par de semanas antes me lo dijo, que ya quería buscarse una novia, enamorarse y casarse. Se había hartado de vivir solo y estaba loco por tener muchachitos. Eso hubiera sido divertido de ver.

Quizás esto no fuera tan traumático, si no fuera por un pequeño detalle: par de años después de nosotros terminar el colegio, la hermana del medio, Sadie, recién casada, recién embarazada (nadie lo sabía todavía), se mató en un accidente de tránsito cuando se durmió manejando hacia el aeropuerto para llevar a su esposo. 2 de 3 qué maldito promedio.
Como un mes antes de su muerte Ramón se encontró a mi mamá en el súper y le tapó los ojos (adivine quién), siempre con su relajo, y luego que su mamá estaba viviendo en Europa hacía un par de años porque se había casado por allá con un viejo, pero que ya volvía, porque acababa de enviudar. Todavía no había vuelto cuando él falleció. Te lo juro que yo no quisiera estar en los zapatos de esa señora cuando la llamaron con la noticia.

Tenía par de años sin verlo, todo el contacto era por internet y telefónico. Queríamos juntarnos, pero yo desistí de la idea cuando supe que él no tomaba alcohol ¿a qué perder el tiempo? Eso sí, hablábamos por teléfono como en los buenos tiempos, por horas. La próxima vez fue en una caja. Esto ha sido desolador. No he sabido de Ramón desde el 9 de diciembre, pero estaré esperando noticias de él.

5 comentarios:

  1. ese tipo d personas se van y uno nunca lo cree, al menos el tuvo gente qe le recuerda con gratitud y rememoran su paso por esta vida, has dado una descripcion bastante completa de Ramon, que en paz descanse y alla nos vemos

    hola, tu blog me encanta

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  2. kiara yo dure dias en shock cuando me entere de su muerte, hace como 8 años mas o menos yo salia con el y para esos tiempos el si tomaba y mucho, nuestros bonches siempre eran en la zona, en cabarete y por su casa en el cacique (muchos cuentos buenos hay)... me encantaba el espiritu de el, me duele otra vez recordarlo, me encantaba como cocinada y cuando hablaba duro no se porque.

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  3. Lo chulo es recordar a la gente que se va tal y como fueron...nada de AAAAH TAN BUENO QUE ERA,,sino estar claros de sus defectos y virtudes, que realmente la suma de todos fueron las que nos hicieron hacer click y que se diera una hermosa amistad...

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  4. Totalmente de acuerdo con Jax.. recuedalo por sus virtudes....

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¿y cómo lo ve usted que tiene lentes, doctor?