El domingo es día de elecciones congresionales y municipales y aparentemente está de moda no votar. Por mil motivos.
Yo, que no tengo un solo pelo de revolucionaria en mi cuerpo, no estoy de acuerdo con esta moda. A mí no me gustan los desórdenes, las protestas, ni los pseudo-movimientos que se fundan cada 2 semanas para protestar por cada cosa. NO SOPORTO la quejadera, la gente que usa el feibú para estar jodiendo y jodiendo y jodiendo.... y quéjese y quéjese!! coooooooooooooooño ¡cuánto joden!
Yo creo que las protestas se hacen voto a voto. Yo soy una defensora acérrima de la democracia. Yo soy del club del nunca bien llorado Edwin Gómez ("Desde el Medio"), q.e.p.d., que decía que demasiada gente dió su vida para que hoy nosotros tuviéramos este derecho y que no podemos darlo por sentado, Dios sabe que hay gente que no puede. Además, por una de esas vueltas del destino, nosotros tenemos el raro privilegio de elegir nuestros poderes independientemente.
Con las municipales no hay drama, yo estoy clarísima en cuál es mi síndico, porque yo tengo ojos en la cara.
Pero en las congresionales la puerca retuerce el rabo. Se ha hablado de no votar en las preferenciales por ningún diputado que no nos presente su propuesta política. Y yo estoy muy de acuerdo. De mi zona he recibido ya las propuestas de dos candidatos, o sea que me ha faltado por ver dos propuestas: la del candidato de mi partido y la de mi segundo favorito. ¡qué maravilla, ¿no?! Way to go!
Se me ocurren dos opciones: votar por el senador de mi partido favorito y los diputados que se vayan a la mierda o irme para el voto preferencial con uno de los clásicos: la hija de los 2 próceres contemporáneos o el diputado probado y requeteprobado con un currículum y una imagen impecables, la boca durísima, con como 4 períodos en el puesto y que fue aportado al ruedo electoral por uno de los partiditos chiquitos.
Si aún no estando muy de acuerdo, termino votando por el que vaya de mi partido, puede ser que se lo merezca, pero que conste que no se lo ganó.
Se sabe que mis domingos son sagrados, para descansar, dormir, ver tv y no hablar con nadie. Pero este domingo habrá un cambio de rutina: levantarme a las 4, recoger mi valija, mis urnas, mis caseta y enfilar para el club Los Prados a abrir mi colegio electoral y joderme todo el día tratando de no pelar con los delegados (que vienen más brutos todos los años) y con suerte, entregar a tiempo para llegar a cenar y tomarme un par de tragos con mi marido antes de caer redonda como una guanábana hasta el lunes a mediodía.
Hahaha buen entrada :) si y pensar que ya hay que acostarse temprano...bueno suerte en tu dia de elecciones!
ResponderEliminarsaludos.
Por fin is over!
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