jueves, enero 28, 2010

Especial 2

"Y sin embargo, ya que cerraré este diario, porque una o se casa o escribe un diario, las dos cosas no marchan juntas"
Julio Cortázar. Bestiario


….lo prometido es deuda.

Aquella noche (tal como predijeron mi mejor amigo y mi novio) no pasó nada. Tampoco al día siguiente… el caso es que el tipo desapareció y me dejó en paz (¡¡¡uuffff!!!).

Pero todavía estoy en aquella noche…

El punto es que con toda aquella histeria y vaina, Duke y yo nos pusimos a conversar antes de dormirnos, en mi caso más que nada para distraer la mente. En aquellos tiempos no era como ahora, que sólo pasa por su casa para firmar y vuelve directo y en vivo… mejor dicho que ya no me acuerdo de la última vez que él no durmió aquí. Para ese entonces era muy raro que él se quedara conmigo, y esa noche vino haciendo una excepción.

Pues el punto es que yo le comentaba que, por supuesto, yo sé que él me quiere (ni que fuera fácil aguantarme sin quererme!). Y sé que le gusto, podría decirse que hasta mucho.

Pero… ¿YYYY?

¿Y qué tú me dices con eso? La pregunta del millón de dólares es la siguiente: ¿Qué tengo yo de especial? ¿Qué tengo yo que sea único? ¿En qué soy la primera, la mejor o la única? ¿SOY ESPECIAL? Honestamente….

  • Te gusto mucho – Sí, igual que cientos de otras mujeres
  • Hablas conmigo diario – Habría que pagarte para no hacerlo. Hablarías con un árbol si te dejaran. En realidad no conoces el término de tener la boca cerrada.
  • Te apegaste a mí inmediatamente me conociste – Porque eres extranjero y estabas enfermo lejos de tu casa y de tu familia.
  • Siempre estás dispuesto a ayudarme, y esa noche viniste sólo para protegerme – Como hubieras hecho con cualquier amig@.... como de hecho has hecho con todo el que te ha necesitado
  • Siempre eres cariñoso – Igual que con todo el mundo
  • Siempre me mandas un beso al trancar el teléfono – Sí, cosa que haces ¡hasta con los hombres!
  • Tenemos un sexo fantástico – Para mí esto es sin precedentes… pero con tu segunda esposa echabas de 5 a 7 por noche.
  • Me tuviste en cuenta, me felicitaste y procuraste que yo estuviera feliz en mi cumpleaños – De nuevo, para mí esto es sin precedentes…. pero ¡GRAN COSA! lo mismo haces por tu primera esposa ¡¡¡y se divorciaron hace como 10 años!!!
  • Tratas bien a mis hijos – ¡Claro! Porque te gustan los niños.
  • Te hiciste mi novio aunque no querías una relación – Sí, pero tenías una cuando te conocí…. y otra antes de esa… y otra…. y otra…..
  • Me amas – sí, pero has amado a muchas más
  • Algunas veces, cuando se te va el filtro, hasta sugieres la idea de vivir conmigo – Sí, pero has vivido con otras.
  • Algunas veces, cuando se te va el filtro, hasta sugieres la idea de tener hijos conmigo – Sí, pero tienes ya una hija.
  • Soy inteligente – igual que miles de mujeres más (y las de tu país, aparte de inteligentes, son cultas, altas y rubias… no hay comparación!)
  • En realidad consideras que yo soy especial, y soy única – Sí, todos lo somos. No hay dos personas iguales, Dios nos ha dado este privilegio.
En conclusión ¿qué tengo yo de especial? ¿Qué tengo yo que no tenga la próxima (o haya tenido la anterior)?

Yo comprendo que haga lo que haga sencillamente nunca seré única para tí.

Por supuesto, luego de esta hora de conversación, cuando yo llegué a mi brillante conclusión, él me contestó lo más obvio del mundo: “VETE A LA MIERDA”.

Y procedió a dar media vuelta y quedarse dormido hasta el día siguiente. Se perdió de un buen polvo.